Shigeru Miyamoto, el GOAT de los videojuegos

Shigeru Miyamoto es, sin duda, el GOAT en la industria de los videojuegos y el destino se encargó de darle el lugar que se merece en la historia.

Shigeru, desde muy chico, se la pasaba dibujando paisajes y construyendo títeres. Desde pequeño quería ser pintor, artista o titiritero. Al crecer descubrió interés en ser un mangaka y crear cosas que sorprendieran y entretuvieran al mundo.

Eligió la carrera de diseño industrial por su amor a las manualidades, los juguetes, el dibujo y la escultura. Para ese entonces ingresó a Nintendo justo cuando estaban pasando a ser una empresa de juguetes a una de videojuegos y ahí empezó a diseñar posters y el packaging de los productos.

En 1980, el presidente de Nintendo, Minoru Arakawa, cometió un error de estimación de venta con el videojuego Radar Scope y pidió más máquinas de las que terminaron vendiéndose. Arakawa necesitaba un juego de reemplazo para instalar en las máquinas que no fueron vendidas para así poder reutilizarlas con otro título.

Como todos los diseñadores estaban ocupados en sus proyectos actuales, pusieron a Shigeru a crear un juego de Popeye que como era un personaje de moda en la época sería fácilmente reconocido y habría ventas aseguradas. Sin embargo, Warner no otorgo los derechos de licencia de Popeye para este juego, así que Shigeru tuvo que cambiar todos los personajes: Un carpintero en vez de Popeye, un gorila por Brutus y una princesa por Olivia.

A Shigeru le cayeron encima varios acontecimientos que él supo aprovechar para capitalizar toda la creatividad que tenía, sin eso probablemente Mario jamás hubiese existido. ¿Suerte o destino?